Me contaba un buen amigo que se dedica al estudio de los comportamientos sociales, que en el pasado los lideres podían ser de dos tipos: Carismáticos o populistas. La única duda que tengo es si un líder nace o se hace.... Es una pregunta obligada para cualquiera que aborde el tema de liderazgo. La duda no ha escapado al interés de los especialistas, que se han dedicado a realizar diferentes investigaciones y a formular teorías y experiencias sobre el asunto.
En ambos casos en el pasado, estos tenían por parte de sus seguidores una aceptación que mayoría de las veces podía ayudar al endiosamiento del líder y también en la gran parte de los casos acarreaba la perdida de seguidores y de adeptos., lo que solía concluir en la desaparición de la figura del líder, el surgimiento de otros o la disgregación de los seguidores escindidos en mas de un grupo. Y en ambos casos también el funcionamiento de la colectividad estaba basado en un funcionamiento muy piramidal.
Otro factor importante era la “Teoría de los Rasgos”. Entre las razones que aducen en dicha teoría
destacan cuatro:
1. Pasan por alto las necesidades de los seguidores (un liderazgo es efectivo sólo si “conecta” con las necesidades e intereses de los seguidores).
2. No ponen en claro la importancia relativa de varias características.
3. No separan la causa del efecto (por ejemplo, ¿son los líderes seguros de sí mismo, o su éxito como líderes fomenta la seguridad en sí mismos?).
4. Ignoran los factores situacionales (un tipo de liderazgo puede ser efectivo en unas circunstancias y en otras no serlo).
Hoy, en el entorno en el que me meneo. En principio con bases mas democráticas, han surgido nuevos fenómenos de liderazgo que aún compartiendo muchos de los rasgos han generado características propias:
a) El líder clandestino que apoyándose en unos cuentos incondicionales dirige la comunidad, basada en la desorganización de esta. Claro esta que no podía ser de otra forma, pues de poder participar en el funcionamiento orgánico, a cualquiera se le podría ocurrir pedir explicaciones de quien ha dado autoridad moral a tal o cual persona a erigirse en líder ya que nadie sabe en realidad quien es.
b) El líder pandemocrático que basándose en un lenguaje muy democrático de exposición, nuevos lenguajes (democracia participativa, y otras palabras grandilocuentes… ) es capaz de generar una aceptación en las colectividades que le siguen. Es un líder que permanentemente toma iniciativas de debate, elabora bases de discusión para que el resto aporte. El proceso culmina en la hora de la síntesis, cuando “nuestro gran” líder decide que el documento sintético es aquel que el presento al inicio como documento base para la discusión. En este caso la desorganización, del mismo modo cobra una especial importancia, es la base para que su liderazgo burocrático no sea puesto en cuestión por el resto de compañeros/as
Como en el pasado, este liderazgo a medida que va mostrando su falta de carisma entre los propios seguidores y la nula penetración de las ideas termina por convertirse en la deserción de los miembros del grupo quedando este reducido a los incondicionales y es aquí donde se produce lo que se ha venido en llamar el proceso de sectarización de dicha colectividad. Así, todo aquel que plantee cuestiones que pongan en cuestión el liderazgo o la teoría del líder… Queda inmediatamente descomulgado y pasa a convertirse en enemigo irreconciliable del grupo.
Desgraciadamente en esta nuestra comunidad, tan dados a la idea de sentirse representantes únicos de alguna colectividad ( El pueblo, la clase, la izquierda…) o al menos el eje vertebrador de ella, se están dando una serie de procesos que hacen florecer aprendices de lideres por doquier. Y en una situación donde lo que hace falta es generar inercias centrifugas de unificación entre los de abajo a la izquierda para ir construyendo esa colectividad capaz de llevar adelante las tareas de resistencia ante las agresiones a que nos van a someter en la salida a la crisis financiera, ecológica, económica, alimentaria y democrática, tanto aprendiz de brujo pueden ser un escollo terrible para esa necesaria unidad pudiendo ser parte de inercias centrípetas.
Otro factor importante era la “Teoría de los Rasgos”. Entre las razones que aducen en dicha teoría
destacan cuatro:
1. Pasan por alto las necesidades de los seguidores (un liderazgo es efectivo sólo si “conecta” con las necesidades e intereses de los seguidores).
2. No ponen en claro la importancia relativa de varias características.
3. No separan la causa del efecto (por ejemplo, ¿son los líderes seguros de sí mismo, o su éxito como líderes fomenta la seguridad en sí mismos?).
4. Ignoran los factores situacionales (un tipo de liderazgo puede ser efectivo en unas circunstancias y en otras no serlo).
Hoy, en el entorno en el que me meneo. En principio con bases mas democráticas, han surgido nuevos fenómenos de liderazgo que aún compartiendo muchos de los rasgos han generado características propias:
a) El líder clandestino que apoyándose en unos cuentos incondicionales dirige la comunidad, basada en la desorganización de esta. Claro esta que no podía ser de otra forma, pues de poder participar en el funcionamiento orgánico, a cualquiera se le podría ocurrir pedir explicaciones de quien ha dado autoridad moral a tal o cual persona a erigirse en líder ya que nadie sabe en realidad quien es.
b) El líder pandemocrático que basándose en un lenguaje muy democrático de exposición, nuevos lenguajes (democracia participativa, y otras palabras grandilocuentes… ) es capaz de generar una aceptación en las colectividades que le siguen. Es un líder que permanentemente toma iniciativas de debate, elabora bases de discusión para que el resto aporte. El proceso culmina en la hora de la síntesis, cuando “nuestro gran” líder decide que el documento sintético es aquel que el presento al inicio como documento base para la discusión. En este caso la desorganización, del mismo modo cobra una especial importancia, es la base para que su liderazgo burocrático no sea puesto en cuestión por el resto de compañeros/as
Como en el pasado, este liderazgo a medida que va mostrando su falta de carisma entre los propios seguidores y la nula penetración de las ideas termina por convertirse en la deserción de los miembros del grupo quedando este reducido a los incondicionales y es aquí donde se produce lo que se ha venido en llamar el proceso de sectarización de dicha colectividad. Así, todo aquel que plantee cuestiones que pongan en cuestión el liderazgo o la teoría del líder… Queda inmediatamente descomulgado y pasa a convertirse en enemigo irreconciliable del grupo.
Desgraciadamente en esta nuestra comunidad, tan dados a la idea de sentirse representantes únicos de alguna colectividad ( El pueblo, la clase, la izquierda…) o al menos el eje vertebrador de ella, se están dando una serie de procesos que hacen florecer aprendices de lideres por doquier. Y en una situación donde lo que hace falta es generar inercias centrifugas de unificación entre los de abajo a la izquierda para ir construyendo esa colectividad capaz de llevar adelante las tareas de resistencia ante las agresiones a que nos van a someter en la salida a la crisis financiera, ecológica, económica, alimentaria y democrática, tanto aprendiz de brujo pueden ser un escollo terrible para esa necesaria unidad pudiendo ser parte de inercias centrípetas.
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